Monday, April 20, 2009

Cambio Climático


TeleSUR

Líderes indígenas de 80 países empezaron este lunes a discutir, en la localidad estadounidense de Anchorage, una postura común que presentarán en diciembre en Dinamarca, donde se realizará la conferencia que negociará un nuevo acuerdo sobre cambio climático.

Los organizadores de la Cumbre de Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático explicaron que el objetivo de la reunión, a la que asisten unas 400 personas entre delegados indígenas y representantes de Gobiernos y organizaciones internacionales, es influir en la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se realizará en Copenhague, la capital danesa.

La cumbre intentará unificar la voz de los entre 300 y 350 millones de personas (alrededor del 6 por ciento de la población mundial) consideradas indígenas y que están repartidas en unos 5 mil grupos distintos que existen en más de 70 países.

Los delegados "discutirán las estrategias que podamos presentar a la conferencia de la ONU sobre cambio climático que se celebrará en Copenhague para negociar el protocolo que sustituirá al de Kioto", dijo Patricia Cochrane, presidenta de la Cumbre de Pueblos Indígenas.

"Los pueblos indígenas son los menos responsables de los problemas del planeta causados por el cambio climático pero serán con certeza los que más sufrirán las consecuencias", añadió Cochrane,

En ese sentido, la presidenta de la Cumbre, quien es también presidenta de la Conferencia Circumpolar del Ártico que representa a los indígenas inuit de las regiones árticas de Canadá, Estados Unidos, Rusia y Groenlandia, rechazó la posibilidad de que la voz de los indígenas sea ignorada en Dinamarca.

La líder indígena además dijo que la declaración final, que se presentará el próximo viernes en el último día de la reunión de Anchorage, estará firmada por el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel d'Escoto, así como por la diputada danesa Juliane Henningsen, quien presidirá la conferencia de Copenhague.

"Hemos pedido que la declaración sea presentada al más alto nivel", agregó.

Al mismo tiempo, Cochrane indicó que desde hace tiempo se trabaja en el seno del foro permanente de la ONU sobre las cuestiones indígenas y durante los debates quedó claro que las comunidades autóctonas del mundo entero estaban deseando celebrar esta cumbre, para discutir todos juntos los problemas del cambio climático.

"Intentamos solucionar esos problemas y ver cómo podemos elaborar planes para responder al impacto del cambio climático en cada uno de nuestras comunidades", señaló.

Alteración de forma de vida

Asimismo, enfatizó que el calentamiento global está alterando de forma radical la forma de vida de los indígenas y que los informes que están llegando de todas las regiones del mundo son alarmantes.

Por ejemplo en Alaska, decenas de comunidades de indígenas Inuit están bajo amenaza por la desaparición del permafrost, una capa del terreno que tradicionalmente permanecía helada durante todo el año pero que ahora ha empezado a derretirse en la primavera y el verano.

La desaparición del permafrost está provocando, literalmente, el hundimiento de comunidades enteras que tendrán que ser asentadas en otras localidades, según explicó Cochrane.

La primera localidad de Alaska afectada, Newtok, ya ha empezado a ser evacuada y sus 320 habitantes desplazados a una nueva comunidad localizada a 15 kilómetros del emplazamiento original.

En Papúa Nueva Guinea, la elevación del nivel del océano está forzando el desplazamiento de comunidades indígenas que viven en las costas del país mientras que en Borneo, los dayak están perdiendo plantas medicinales tradicionales debido a la subida de las temperaturas.

Entretanto, en México, los mayas de las tierras altas de Chiapas están observando una estación de lluvia más reducida lo que, unido a las heladas inesperadas, les están forzando a buscar nuevas fuentes de irrigación y otros cultivos.

También en Latinoamérica, en la región andina, los cambios de temperatura han reducido la productividad de los agricultores indígenas. En las zonas más altas, la temporada de cultivo se podría reducir a la mitad, los glaciares siguen desapareciendo y los agricultores dependen exclusivamente de la lluvia.

Por otro lado, en Kenya, la persistente sequía ha acabado con el ganado del que dependen los samburu, y en Nepal intensas lluvias seguidas de largas temporadas de sequía se han convertido en un hecho recurrente.

teleSUR-Afp-Efe/md- PLL