Ha trabajado para diversos medios de Chile y
Europa, entre otros como ancla en TeleSUR noticias Caracas. Formado en Bélgica en el Instituto Nacional Superior de las Artes
de Espectáculos y Ciencias de la
Comunicación, experto en comunicación y formación superior en políticas
culturales para el cambio social. Regresó
definitivamente a Chile desde Bélgica a finales de los 90. Dialogamos con Alfonso
Ossandón Antiquera, comunicador y
presentador de TV.
El
viejo continente según él, fue su autoexilio del régimen de la Concertación, entre su sonrisa de masculina
coquetería, nos preparamos para escuchar
su relato que va desde la aventura de patiperro a luchador social desde las comunicaciones.
Alfonso nos recibió en una
cafetería del Mall Alto Las Condes en Santiago siempre
entre risas, pero con una mirada profunda y el brillo de ojos que denota sodade
y con agudeza nos dice que el lugar lo
eligió para evidenciar las contradicciones del modelo, pero que él no está para
pagar la cuenta y nos da pie para iniciar el diálogo.
¿Quién
tiene que pagar la cuenta entonces de lo que está viviendo Chile?
Por ahora la siguen pagando los mismos
desposeídos, asalariados, y expoliados de la farra neoliberal, los Caimaninos,
las víctimas del 27F, del incendio de Valparaíso, el pueblo mapuche, y de una
cierta forma la han pagado aquellos hombres y mujeres anónimos que dieron la
lucha armada contra Pinochet, a los cuales los oportunistas invisibilizaron, y abandonaron en las
cárceles del país y que tuvieron que
fugarse para seguir acompañando en las miles
de luchas del pueblo honesto y
trabajador, un sacrificio que la historia les dará su justo lugar algún día. Quienes deberían pagar son aquellos que se
coludieron con la dictadura, como los terroristas
académicos tipo Correa, los Tironi, la sociología en sí misma y sus miles de
textos de entelequía de traición, los Lagos, los Frei, los Bacheletistas, las universidades y sus engomados lenguajes
académicos que no dudaron en recibir financiamiento para desmovilizar al pueblo
chileno, y dejarlos expuestos como zombies caminando por las calles cada vez
que la naturaleza pasa la factura por que unos carajos se robaron la plata de prevención de tragedias y con cara
dura nos dicen que este país no es un
país corrupto; por lo tanto ellos deberían ir a la cárcel.
¿Desde tu
experiencia en Venezuela marchan mejor las cosas?
No hay lugar en el mundo en donde se viva hoy
una realidad ideal, salvo que la vivas desde
tu propia interioridad o espiritualidad.
Pese a ello, yo tengo mi punto de vista y defenderé el proceso bolivariano, pues creo que es la
luz de esperanza para el continente y el mundo.
Esto es en gran parte gracias al sacrificio de buen vivir del propio
pueblo venezolano, y que la historia les reconocerá así tal cual a los héroes
chilenos de la dictadura, más hoy está bajo fuego mediático y guerra
económica de sabotaje.
Venezuela no está libre de complejidades y
defectos humanos como la corrupción, la violencia, etc; sin embargo, su gente la
veo con niveles de conciencia mayor que la chilena. Aquellas personas ya pasaron por la etapa en
la que está o pasará Chile. El “caracazo” fue como hizo denotar la crisis del
neoliberalismo en ese país, por lo tanto el pueblo salió a reclamar lo suyo.
Espero
por los chilenos que el costo de ello no pase por la anulación del uno o del otro, es decir del que piensa distinto. Hoy en Venezuela hay que estar muy despierto a
todo, a ellos los veo participando en política, han desarrollado capacidades desde
la resiliencia para enfrentar las crisis actuales y las que vendrán. El conocimiento está mucho más democratizado que en Chile, lo que
permite preparar responsablemente a un pueblo
ante una eventualidad de magnitud. Dado los niveles de movilización hoy se da
una épica en esa tierra que va mucho más lejos
de lo que representa la figura del comandante Chávez para muchos. Por otro lado, Chile es caja de resonancia
para la maqueteada propaganda antibolivariana, pero que está cuadrada con la
agenda de Washington. Ésta propaganda
del terror se vuelve hasta absurda cuando uno busca miradas y fuentes comparativas o alternativas
de información; está claro que Venezuela no es una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos, en cambio el gobierno chileno y los llamados
socialistas neoliberales bacheletistas se han tornado un peligro para la
seguridad de la unidad latinoamericana,
y eso confunde a muchos, incluso a bolivarianos que se forman una falsa imagen
que Bachelet es de izquierda, y la realidad de los hechos acreditan lo
contrario.
¿Como ves a
tus colegas de la TV chilena?
No sé si sean mis colegas, provengo desde
abajo, mi sentido de pertenencia es con aquellos que desde las carencias hacen, crean, y son. En
eso no me pierdo.
Sí, estoy muy agradecido de los trabajadores de
teleSUR y las Escuelas de Cine Documental y Comunicación Popular de Venezuela, en
todos estos años me han tratado muy bien, han compartido conocimiento desde
complejos espacios del hacer comunicación profesional. Si bien, fui funcionario en algún momento de
un canal de televisión chilena, siento que
el problema de la prensa actual en Chile, es
que muchos de los periodistas fueron formados para defender el modelo económico
impuesto por pacto con el Departamento de Estado Norteamericano. Sus
universidades e institutos están plagadas de académicos llenos de magisters,
doctorados, y uno que otro delator encubierto de oscuros
orígenes de la dictadura; y este tipo de profesionales piensan que defender al
libre mercado en ello no hay ideología, exculpando al modelo creen que es
defender la libertad de expresión, cuando en realidad la restringe. El
lamentable perfil del periodista chileno actual es arribista, cobarde, e
intelectualmente limitado, gusta fácilmente del humo de la fama, la vanidad, y
el dinero fácil. En estricto rigor, se
presta para la prostitución de la noble labor que a tantos otros le ha costado
la vida dignificarla, salvo honrosas excepciones por supuesto.
Tu desarrollo como documentalista en los
últimos cinco años destacó con Caimanes. ¿Como vez al día de hoy la movilización social y la posible solución
del conflicto?
Hace algunas semanas nadie esperaba que la
junta de accionistas de la empresa Antofagasta
Minerals en Londres, dueña de Minera Los Pelambres, parte del grupo Luksic, el
principal asunto lenguajeado entre los altos ejecutivos, era como la empresa se
desentrama de los diversos procesos judiciales que mantiene en la justicia
chilena con la comunidad de Caimanes, esta lucha está provocando cambios en el
escenario de la minería en el continente en
momentos con valores a la baja del precio del cobre y en ello hay que
dimensionar su impacto, pero mi encuentro con el pueblo de Caimanes debo
reconocer que fue fortuito, y me ha llenado de alegría y la confianza de la gente humilde de campo, lo cual demanda un
compromiso de altura. Me exijo mucho; no
puedo, ni debo por principio ir a pedir
pega al Canal 13, por darte un ejemplo, no en las actuales circunstancias.
El máximo tribunal de Chile dictaminó que la
minera deberá devolver los cursos naturales de agua (usurpados) históricos de
la comunidad, y éstos sean libres de contaminación, y si no lo hace deberá
demoler y trasladar el mega tranque de relave que la empresa minera instaló sobre
napas de aguas subterráneas, hecho realidad gracias al lobby político, pago de
coímas, criminalización de la protesta
social, incluso manipulando a efectivos
de la inteligencia de la policía de Carabineros de Chile y fiscales pro minera,
para realizar persecución selectiva de dirigentes sociales con operativos de amedrentamiento
y escuchas telefónicas ilegales. Se nos
intentó silenciar a muchos que estuvimos en donde las papas queman y que aún
hoy estamos en riesgo, dado que todo este proceso ha dejado a la institucionalidad del país desnuda en su tinglado de malas prácticas
propias del régimen militar, pero con maquillaje socialdemócrata que sin buscar
eufemismo alguno, para definirla es corrupción con todas sus letras.
El pueblo de Caimanes ganó en tribunales no
sólo judicialmente, sino también en su moral y dignidad, en un país transversalmente
poco honesto e hipócrita con la constitución de Pinochet aún vigente, en donde el modelo económico del dios mercado obligará
a dicha comunidad hablar de indemnizaciones históricas que según entendidos del
área minera bordearán por sobre 1,5 millones de dólares por persona como mínimo,
y las gremiales mineras hablarán de
estar haciendo su reparación adecuada. Por
su parte el estado que no reconocerá su error de haber abandonado a 1500
chilenos y haberlos dejado a merced del impune cártel político minero Luksic,
financista y benefactor de la familia Bachelet, trabajará en la matriz mediática para dejar
las cosas en su lugar, para mandar así
la señal adecuada de tranquilidad al sector empresarial, como lo ha hecho siempre,
sin embargo la comunidad al hablar de dinero, perderá frente a su épica lucha,
el fragor de la movilización social desde abajo, pues dejará reflejado que todo
se puede arreglar con dinero. No está
demás señalar que los movilizados de Caimanes contra el tranque contaminante es
lejos el movimiento social más silenciado y manipulado mediáticamente de los últimos 15 años, dado que la minera y
el estado chileno se coludió y le mintieron incluso a los inversionistas sobre la
frágil institucionalidad ambiental, hecha a la medida de las transnacionales,
pero con interés de los jefes de campañas principalmente ligados a los entornos
de expresidentes de la república de los
últimos 15 años; de no ser así, hoy Minera Los Pelambres no estaría ad portas
de un cierre definitivo de sus operaciones en Chile, generando un terremoto inimaginable
para la minería mundial.
La impunidad, tal como la dictadura lo negoció
en su momento para efecto de una transición a la democracia en Chile, en este
caso terminado los plazos legales, la impunidad para los poderosos como Luksic
se mantiene intacta al punto que se dará el gusto de no cumplir el fallo del
máximo tribunal de la república, y la danza de millones volverá a ejecutar sus
pasos, y Caimanes nuevamente volverá a perder en su espíritu de lucha, salvo
que otro Chile, con otros hombres y mujeres sea posible dar vuelta el tablero.
Frente a la
castástrofe o eventuales tragedias como Caimanes, o casos como el SQM, ¿Como
vez el futuro rol de los medios?
Creo en la comunicación popular, ahora entiendo que ante estas circunstancias no
sólo puedes actuar con voluntad o
pasión, sino que se requieren recursos técnicos y económicos concretos, las
audiencias lo están exigiendo y por otra parte los medios profesionales se
entrampan y bloquean en los formatos. La comunicación del futuro va por el multiformatos
realizados por personas con real vocación de servicio público.
Lo que
está pasando con los trabajadores de la prensa, es que no por razones de estado
deben dejar de informar la verdad; es claro que el peor escenario imaginado
para Caimanes se hizo realidad en el norte de Chile, ya que los niveles de
contaminación en la zona de impacto por efecto de las lluvias en los relaves
mineros, traerá consecuencias y se debe mantener alerta ambiental al máximo por
los potenciales peligros que generará el polvo tóxico en los próximos días y
meses como también los metales pesados en el agua. No es hora de eufemismos, ni adornar el
lenguaje acorde al poder, las cosas por su nombre, la gente debe entender que
está en peligro real.
Bueno Alfonso y ¿Quién paga los café en el
Alto de las Condes?
Seamos
coherente con el lugar, y los tiempos, tu eres una mujer emancipada y yo un
hombre de carne y huesos, entonces cada cual paga su café, en la catedral del consumo
e individualismo, amén.
Video: https://youtu.be/QilPEiE69WA