Después de la exitosa “Caminata por la Vida” realizada por las comunidades del Valle de Elqui, hay que recordar que la minera TECK Cominco subía semanalmente más de 30.000 litros de combustible con destino a la alta montaña del Cochiguaz para sus exploraciones. Como si de antiguos señores feudales se tratasen, pasan casi exigiendo “paso de servidumbre” a todos y a todas. Total, ley se lo permite, el atropello es todo legal puesto que es de suponer que las autoridades regionales estaban al tanto de ello. Después de todo, de la torta, ¿Algún pedacito llegará, no?
Lo cierto es que ahora los ojos se vuelven directos a un pueblo herido casi de muerte: Andacollo. Aquí, Teck Cominco y la Minera Dayton deberían explicarse mejor a la comunidad, región y país en cuanto al daño que están produciendo a la población. Este daño es causado principalmente por un material particulado liberado durante la remoción de mineral, el cual completa el peso de 5 toneladas de polvo en suspensión diario, esto avalado por estudios de hace 2 años. Estas cifras no deben de extrañar al gobierno, considerando que las cifras de salud por enfermedades respiratorias están por sobre el 90 % del promedio nacional.
Despidos, amedrentamiento, división de las comunidades, cercos de silencio. Éstas son la huella tras la mayoría de los proyectos mineros de la región, los cuales tienen como estrategia primera apuntalar unos buenos pistones mediáticos. Total, es fácil y más barata la publicidad en medios que construir en forma mitigadora por el daño un hospital tipo uno (como el que dejó en deuda Barrick con el Mineral el Indio en la región y el reguero de consciente colectivo de sus ex trabajadores, arsenicados a su haber).
La realidad del cambio climático y el drama social que produce la desafectación de la salud ambiental por la mega minería… Hasta hace poco cualquiera que dijera “¡no más minería en Chile!” hubiese sido considerado como un desquiciado. Hoy, sin embargo, cuando el poder de la “ortodoxia” esta entre dicho en muchos ámbitos, se constata sobre todo en las autoridades una tremenda incapacidad para afrontar la escala de la crisis, y ya se siente, como parte del sentido común, el escucharlo: ¡No más minería a gran escala en Chile!
Escuchar a un andacollino afectado directamente da para pensarlo. ¿Cómo es posible que miles de personas vivan bajo esas condicionantes impuestas por las transnacionales que, en otras palabras, están legalmente saqueando el país? Si hasta incluso cada tronar de la roca agrieta el patrimonio cultural de los Andacollinos, en donde el reflejo de la fe popular, la figura de la Virgen del Rosario, tambalea ante cada grito de la Pacha Mama. ¿Cuántos niños tendrán que nacer bajo esa realidad?
Video: http://www.youtube.com/watch?v=XFjJw9aCJvI